Cómo curar los nacidos o forúnculos

Si has entrado aquí buscando cómo curar los nacidos o forúnculos, es porque alguien cercano sufre este tipo de afección. En el siguiente texto, vamos a explicar brevemente qué es un nacido, sus causas, y los remedios naturales que podemos aplicar para tratar de curarlos.

Los nacidos o forúnculos son infecciones de la piel que comienzan en el folículo de un pelo, o de una glándula sudorípara y que se caracterizan con un hinchamiento sensible, que se torna rojizo. A los pocos días (2 o 3) ya se comienza a observar un bulto duro con color blanquecino bajo la piel, debido a la acumulación de pus.

Es muy habitual tener nacidos en la axila, los hombros, el cuello y en las nalgas, aunque siendo un proceso infeccioso bacteriano, causado por estafilococos áureos, pueden aparecer en cualquier parte de la piel y son altamente contagiosos.

Curar nacidos

Por lo general un forúnculo no requiere atención médica urgente, pero algunos síntomas pueden informarnos de que existe una infección grave, por lo que conviene visitar al doctor:

  • Aparición de otros nacidos más pequeños junto al original.
  • La piel de alrededor se torna roja, caliente y dolorosa.
  • Pudiendo desarrollarse fiebre y escalofríos.
  • Ganglios linfáticos hinchados.
  • Cambios de apetito.
  • Si se tiene Diabetes o trastornos cardiacos.

La medicina general, seguramente solo actuará en casos de grave infección, ya sea analizando la sangre, y realizando un cultivo sobre el drenaje para prescribir el antibiótico más adecuado. Sin tener que llegar a esta situación, y si actuamos en las primeras fases de aparición, seguramente el nacido desaparezca mediante remedios caseros naturales.

A continuación vamos a ver una lista de remedios caseros específicos y adecuados para curar los nacidos. La persona que va a realizar las curas, ya sea para sí misma o para ayudar u otro miembro de la familia que esté infectado, debe tener en cuenta estos 4 puntos importantes para prevenir el contagio:

  • Lavar la ropa, sábanas y toallas de la persona infectada
  • Limpiar y curarse sus propias heridas de la piel, si se tuvieran (arañazos).
  • Mantener una buena higiene personal antes y después de tratar con el infectado.
  • Tratar de mantener el sistema inmunitario alerta y fuerte con una buena alimentación.

Curar los nacidos o forúnculos con remedios caseros:

Debido a la mala imagen que presentan los nacidos, sobre todo si aparece en algún lugar visible, se tiende a buscar una solución rápida. Algunas personas los rascan o aprietan para poder drenar el pus, llegando a dañar la piel y exponiéndose a infectar otras áreas cercanas.

Curar nacidos o forúnculos

Tampoco podemos confiar en el uso indiscriminado de los antibióticos, que en el largo plazo pueden producir problemas de resistencia por acostumbramiento y que además debilitan nuestra propia flora intestinal. Por todo ello, recomendamos probar algunos de los siguientes remedios naturales:

1 – Compresa caliente:

El mejor remedio casero por excelencia para curar los nacidos o forúnculos es la aplicación de calor, normalmente mediante una compresa de agua caliente. El calor aumenta la circulación sanguínea en la zona y permite que el cuerpo pueda desplazar glóbulos blancos a la zona, para luchar mejor contra la infección. Es posible añadir sal al agua para mejorar los resultados.

Se calienta agua hasta ebullición, y después se espera un rato para que no queme demasiado. Se moja la compresa en el agua caliente y se coloca sobre el nacido  unos 10 o 12 minutos. Repetir el proceso a lo largo del día entre 4 y 6 veces para notar mejoría y alivio.

2 – Aceite de árbol de té:

El aceite de árbol de té es conocido por sus propiedades antisépticas apropiadas para todo tipo de problemas y afecciones de la piel. En este caso, se aplica una gota directamente sobre el nacido, y se repite la operación 3 veces al día.

3 – Cúrcuma y jengibre:

Raíces para la balanitis

Estas raíces de origen oriental son conocidas por sus propiedades antibióticas naturales. Podemos purificar la sangre y ayudar a curar el nacido simplemente agregándolas a nuestra dieta diaria. Basta con mezclar una cucharadita pequeña en polvo con agua o leche y beberla tres veces al día. También es posible hacer una pasta viscosa, tipo barro, y aplicarla directamente sobre el forúnculo.

4 – Leche:

La leche es conocida como un remedio casero muy utilizado tradicionalmente para curar los nacidos. Se calienta una taza y se añade tres cucharadas de sal. Posteriormente, para crear una masa viscosa que poder aplicar, se puede añadir migas de pan y harina hasta encontrar el espesor adecuado. Se aplica directamente sobre la zona y se repite el proceso varias veces al día. Es posible añadir a la mezcla polvo de cúrcuma o de jengibre si se tiene en casa.

5 – Aceite de ricino:

Ricino para nacidos

Es conocido como un buen antiséptico natural muy indicado para los problemas de piel. Se colocan unas gotas sobre un algodón, y se aplica sobre la zona directamente. El aceite de ricino ayuda a drenar y expulsar el pus. Repetir varias veces al día.

6 – Cebolla:

La cebolla cruda tiene propiedades antibacterianas naturales y se conoce por ser un buen antiséptico específico para curar los forúnculos. Basta con tomar un trozo grueso y colocarlo directamente sobre la zona afectada. Podemos envolver la cebolla con un paño y dejar que el calor de la zona actúe y haga su efecto. Repetir 3 veces al día.

7 – Clara de huevo:

Huevo cocido para curar nacido

Al igual que con la cebolla, podemos realizar emplastos con huevo cocido (la clara). Para ello, se cuece un huevo, se separa la clara, y se humedece con agua. Se aplica directamente sobre la zona afectada.

8 – Harina de maíz:

Un buen remedio para drenar el pus consiste en aplicar harina de maíz para que actué como un absorbente natural. Podemos realizar una pasta con agua caliente y aplicar directamente sobre el nacido. Después se cubre con una tela hasta que el pus drene. Se repite el proceso 3 o 4 veces al día.

9 – Carne salada o tocino:

Este remedio se usaba antiguamente, aunque no es muy aconsejable hoy en día debido a que la carne puede contener sus propias bacterias, y puede empeorar la situación. Se trata de hacer pasar un trozo de carne por la sal, como si de un albardado se tratase, y posteriormente se envuelve en un trozo de tela limpia. Se aplica esta tela sobre la llaga y se deja actuar para drenar el pus. ( varias veces al día).

10 – Perejil hervido:

Ponemos algunas hojas de perejil a cocer en agua hirviendo, después las colocamos en una tela limpia y delgada, que usaremos como un vendaje sobre el forúnculo. Este emplasto ayuda a que el pus estalle y salga más rápido.

11 – Lila india (neem):

Esta planta es conocida por sus propiedades anti bacterianas y antibióticas naturales. Se utilizan varias hojas machacadas para formar una pasta que se aplica directamente sobre la llaga. También podemos usar la infusión para lavar la zona afectada.

12 – Semillas de comino:

Si se dispone de semillas de comino, se pueden moler o utilizarlo en polvo, y con poco de agua formar una pasta espesa que se aplica directamente sobre el forúnculo. El alivio se aprecia al momento.

13 – Ajo crudo:

Ajo

Al igual que el jengibre o la cúrcuma, el ajo tiene propiedades antimicrobianas naturales, por lo que es posible utilizarlo tanto aplicado directamente sobre el forúnculo como internamente en la alimentación. Es posible machacar el ajo hasta formar una pasta, o partir un diente por la mitad y dejarlo puesto mediante una venda. Cambiarlo 2 o 3 veces al dia.

14 – Nuez moscada:

La nuez moscada es conocida por sus propiedades estimulantes de la circulación sanguínea, a nivel interno, por lo que no lo aplicaremos sobre la llaga, sino que lo beberemos con agua o leche caliente (media cucharadita)

15 – Baño con sales de Epson:

La sal de Epson es un remedio muy eficaz para diferentes trastornos de la piel. Podemos llenar una bañera con agua caliente y añadir sales de Epson. Al tomar un baño lograremos aliviar y reducir los nacidos.

16 – Albahaca:

Si disponemos de albahaca fresca, muy popular en algunos jardines, podemos hacer una pasta, a la que podemos también añadir jengibre o cúrcuma, y aplicar sobre la zona afectada. Repetir varias veces al día para notar sus efectos curativos.

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